Veo que estás decidido a no entenderme

Si, a veces (casi siempre) hay que escribir un poco borracho, quizá eso haga que mí prosa no sea tan mala. Pero ese no es el punto, el punto es que no me entendiste, porque yo tampoco lo hice. ¿No es osado afirmar entendimiento entre monos pelotudos repletos de lenguaje? Yo se matemáticas y vos no. Yo sé que no se una mierda pero la escribo, la suelto porque en mi garganta estallaría. Ahí se revienta mi mala poesía, mi estupidez académica e intelectual. Veo que no ves lo que claramente yo veo. Soy varios imbéciles en uno sólo. Soy casi como si no quisiera ser. Soy alcohólico.

El último pucho de la noche me reveló una verdad tan sublime que ustedes no merecen leerla. Porque son gentes de letras, gentes "cool", gentes que bailan bien. Yo soy bastante más choto, soy cómo si fuese nada.

Quiero estar sólo, acompañado de alcohol, solamente así sé escribir, conmigo en mis penumbras. Con mis desfachatados pelos que te encantan, con una lapicera negra como la mierda. Vos no sabes nada y yo creo que lo sé todo. Necesito que se rían de mi para apaciguar mi ego. Sería terrible todo si no fuese así.

A veces, cuándo la noche abunda en mí pecho, deseo caminar por esta ciudad sólo, con un pucho, caer en lugares inesperados, espontánea reacción de la muchedumbre ante mi poco desapercibido ser. Busco baldosas rotas y lentes opacos, los fisuras de barrio norte y los malos poetas. Necesito cada tanto ser libre de mí, que no me entiendas ni vos ni nadie, que yo me derrita intentando entender que pienso. Pero bueno, son cosas que pasan. Robar vino no es para cualquiera, tener mi rostro y sonreír menos aún. Si tan sólo supiese escribir bien quizás alguien notaría en mí lo que no veo que nadie vé. Esto es mucho, escribir borracho es peligroso, las palabras se me escapan. Verborragia nocturna de whiskys de madrugada, abrazos que no dí y soledad que busqué.

Si solamente yo me entiendo será mejor morir, si el solipsismo me envuelve quizá sea mejor no pensar, si estoy aquí quizá es mejor no estar, solamente voy a recostar mi alma en este hundido colchón hasta que mañana reviva, hasta que algo sea legible, hasta que entienda lo que quiero hacer que los demás entiendan de mí.