Esto es filosofía, boludos
Estoy de pie ante la cornisa
que el papel en blanco me propone.
Sin tabaco y sin billetera,
atiborrado de saberes inútiles
que se componen en mi filosofía,
que es más amarga que cualquier absurdo.
Nada es más triste que lo dado
y su inservible incertidumbre,
reniego de la presión que impone
una realidad esperando a ser cargada,
no es ni lo que quiero ni lo que digo
y se me presenta así, burlesca, fría.
Exigido de sentidos, mi pensamiento,
ha de refugiarse en lo que augura ser algo
y, sin embargo, encuentra la nada.
Sólo hay fenómeno desnudo, sin nombre,
sin saber, esperando melancolía,
pidiéndome borracheras de taxonomías.
Me deslicé cómo una comadreja herida
desde la afirmación del absurdo a la metafísica
más brutal, de afirmar el mundo. Busqué así,
entre las ciencias y las lógicas, un hogar
que me brinde un abrazo verdadero pero,
muy a mi pesar, en cada sistema se afirmó,
sin pudor, lo que no se puede decir.
La pendiente resbaladiza de mis pensamientos
desembocó en números fríos pero certeros
que, a fin de cuentas, me traicionaron para
sólo afirmar lo peor, lo más nefasto, lo indefinido.
Vencimiento inherente al peso de mi arrogancia,
todo fue en vano, desde arte a la ciencia fui derrotado
y, en el camino, el absurdo era algo demasiado optimista.
El peso de una realidad que existe sin mí,
sin vos, sin nosotros. Lo dado no está dado por nadie.
Nadie sabe lo que nos dió, el destino se nos ríe
en la cara
mientras intentamos nombrar aquel dolor.
No hay moralejas conclusivas,
sólo el deseo errante
de fumar hasta morir,
de estar borracho en la academia,
de besar mil labios y sentir, sin miedo,
que quizá me pierda
en el júbilo que proponen tus caderas.
Es que nada más quisiera que ser víctima
de tu arte, y aunque se nos pierda
todo sentido, me parece justo
ofrecerte una venganza
frente a mis versos.
Tan inocua y vaga como existir
con sentido, sin nada de absurdos,
sólo melancólicamente muestra.
Aislada del mundo y sometida a él,
creyendo en lo real.
Abrazarnos sabiendo que vamos a morir
y fumando por eso.
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